Al menos es lo que piensa uno cuando, de entre una maraña de vegetación adormecida aún por los rigores del invierno, se encuentra de bruces con esta maravillosa visión. Se trata de una de las primeras orquídeas del año, la Ophrys tenthendenifera. Solo se ha visto una por el momento, pero es seguro que pronto habrá muchas más repartidas por lugares propicios para su desarrollo. Nosotros solo podemos fotografiarla. Admirar sus formas y la belleza de su engaño y dejar que siga su curso, su existencia, la perpetuación de esta especie así como tantas otras que vendrán durante el año en curso. De momento, contemplar tan delicada y puntual presencia en la naturaleza, nos llena de esa paz que todos necesitamos en estos tiempos.Para poder contemplar tan delicadas especies, contacta con nosotros a través de paleogeoacpg@hotmail.com
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