Ahí donde lo veis, con esa carita de inocente, es un peligro para las orquídeas silvestres. Este "animalito" busca los brotes verdes y tiernos para comerselos, haciendo enormes estragos entre las poblaciones de orquídeas cada temporada. De un tiempo a esta parte ha habido un notable incremento de conejos en la zona, quizás debido a que se ha abandonado bastante su caza y no habiendo grandes depredadores que eliminen parte del excedente, son los dueños del territorio. Ni siquiera la "mixomatosis" puede con ellos. Para proteger las poblaciones de orquídeas silvestres es menester pues, poner cuantos más obstáculos entre ellos y las plantas mejor. Y ahora que comienza una nueva temporada de caza, esperar que los cazadores de conejos tengan una muy buena campaña.
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